“Nos pasamos meses trabajando en una parte de un producto que casi nadie llegaría a ver jamás”, Jony Ive protestaba con una sonrisa recordando las interminables horas de trabajo con un impaciente Steve Jobs a sus espaldas, y es que hasta las entrañas del transformador del MacBook tenían que ser simplemente perfectas. La obsesión de Apple por los detalles pervive fallecido su fundador, y de alguna manera, esta cultura de lo perfecto se ha contagiado a sus correligionarios.
La última muestra de esta filosofía la encontramos en un tipo de letra, en cuya creación la compañía ha invertido meses de trabajo. San Francisco es el nombre de una tipografía diseñada específicamente para el Apple Watch, pero todo parece indicar que su recorrido va a ser mucho mayor. Y como no podía ser de otra manera, esta fuente se ha convertido ya en un cotizado objeto de deseo en la red, pese a estar protegida por las férreas licencias de uso de la casa.
El Apple Watch ha supuesto un auténtico desafío para los
ingenieros de la casa en lo que respecta a la interacción el usuario.
usuario. ¿Cómo lograr que fuera fácil de utilizar y que en una
pantalla tan pequeña el contenido fuera legible? No se podía dejar
nada al azar y la fuente diseñada al efecto fue la escogida. En
realidad, esta es la segunda versión de San Francisco, puesto que la
primera fue creada para dar vida a los primeros Mac.
Esta versión rediseñada de la fuente cumple con la claridad y
limpieza de líneas que busca el fabricante, y por descontado, es un
aspecto que se ha tomado muy en serio creando lo que ellos llaman
las “guías maestras de la interfaz humana”.
La compleja psicología que esconde el tipo de letra
Si alguien piensa que la elección del tipo de letra no tiene mayor
trascendencia, craso error. La tipografía tiene un impacto directo en
nuestra psique, y no tanto por la legibilidad o no de un texto (como
en el caso de las evidentes restricciones de pantalla en un reloj),
sino por los valores que trasmite. La elección de la fuente puede ser
determinante, por poner un ejemplo, a la hora de acceder un puesto
de trabajo: en este sentido, optar por Times New Roman en un
currículo puede resultar un insulto, tal y como ha explicado un
grupo de expertos en esta materia a Bloomberg. Y qué decir de la
odiada ComicSans…
Cada curva en un carácter lleva implícita un mensaje que nuestro
cerebro no decodifica de forma consciente, pero nuestro
subconsciente lo entiende a la primera: así, los trazos rectos y
simples transmiten transparencia y honestidad, mientras que los
caracteres curvado se arriman peligrosamente a lo personal, y por
descontado, a un estilo más informal.
Esta fuente, cuenta con la ventaja adicional de lograr que sea
fácilmente legible incluso cuando los caracteres están muy juntos
Por todo ello la llegada de San Francisco 2.0 tiene mucha más
importancia de la que inicialmente podríamos pensar, hasta el
punto que los rumores sugieren que Apple podría jubilar la
Helvética Neue, presente en sus sistemas desde 2013 en iOS 7 y
2014 en OS X, por la mencionada fuente. Un intento además por
avanzar en la convergencia de plataformas.
San Francisco ofrece al usuario lo que la marca de Cupertino
califica como “claridad y legibilidad” y de hecho, la firma apenas
deja margen a los desarrolladores en su aplicación. Esta fuente,
además de estos dos elementos, transmite la limpieza de trazos que
ya mostraba su predecesora, pero con la ventaja adicional de lograr
que sea fácilmente legible incluso cuando los caracteres están muy
juntos.
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